¡Murió El Rey, viva El Rey!

Francisco Zapata Vanegas*
@franciszapatavan

Pocos días han transcurrido desde que se vivió en todo el planeta la vibrante final de Catar entre los seleccionados de Argentina y Francia por el título mundial del fútbol 2022. Ahora, solo a días de fenecer el año, Brasil y el mundo del fútbol pasan de la alegría a la mítica recordación ante la partida del único rey del fútbol en el planeta: Pelé. Es así como resulta obligado referirnos al pasaje final de la vida de los grandes hombres, la final de tristeza mundial por la ausencia entre los mortales de ‘O Rei’: Pelé (Edson Arantes do Nascimento).
Y es que jamás nos acostumbramos a la cita final. El mundo ya comenzaba a sacudirse, en todos los continentes se amanecía siempre con la expectativa por su enfermedad terminal que ahora se lo ha llevado a sus 82 años, si, luego de su lucha en el campo de juego entre la vida y la muerte en el Hospital Israelita Albert Einstein, allí donde permanecía desde el pasado 29 de noviembre.

El título de Rey, jamás le quedará grande a Pelé, en varias ocasiones fue referido como el mejor jugador histórico del Santos y de la selección brasileña, Pelé llegó a ganar tres Mundiales y fue condecorado como el mejor jugador de fútbol del siglo XX según la FIFA. Yo mismo lo recuerdo como su súbdito en mis tempranos 8 años de edad pegado en la ventana de la casa cural de mi pueblo, allí, de pie, viendo los encuentros mundiales porque en mi pueblo solo existía ese televisor, un aparato de mueble inmenso, fue así como comencé a admirar y contemplar a Pelé, con su juego mágico y electrizante en pleno mundial de México 70.

Aparte de su legado futbolístico inmaculado, queda para la juventud de todo el mundo su mente siempre ganadora e iluminada por la grandeza de ser humano que siempre fue dentro y fuera del campo de juego. Su partida nos recuerda la suerte de todo ser mortal, ninguno podemos vencer en el partido final, aquel donde la preparación física resulta del todo precaria, donde no hay solución, es la cita inevitable con la muerte, el cotejo final en el que ninguno de los mortales logramos resistir. De pronto nos encontramos en un anochecer o al aparecer el alba con esa suerte propia de cada humano donde todo colapsa, es el encuentro inexorable en el estadio del juego final con resultado ya cantado.

“Padre, mi fuerza es tuya” , retumba por doquier como expresión de su hijo predilecto, la que, ya superada la cita Catar, será la frase más sensible para recordar hoy al genio en el mundo del fútbol, sin embargo, las imágenes que durante esta navidad estuvieron estremeciendo al mundo son de las nietas de Pelé, quienes aparecían junto al futbolista brasileño más grande de todos los tiempos, mientras se despedía de otros familiares.

Hoy el mundo reseña a Pelé en plena luminosidad, no hay ninguna sombra en su legado, y tal vez muchos reconocen ahora sin ambages que los brasileros con su ´O rei´, aprendieron a levantar cinco copas mundo con felicidad tropical pero sin arrogancia, con grandeza y sudor, respetando siempre al contendor, dando lecciones de pundonor e hidalguía cuando han sido eliminados en fases tempranas de los mundiales, sin ocultar las lágrimas, pero en silencio, porque para los brasileros el fútbol debe también ser luto y ritual. Esa es la suerte del fútbol carioca, alegre, bonito, contundente cuando se puede, y siempre con majestad y nobleza en cualquier lugar del planeta, esa es la herencia de Pelé, esa es la marca de fútbol que jamás pasará de moda para ellos con o sin trofeo.

Por todo ello, ahora se recuerdan frases célebres de Pelé para la historia del fútbol, si, es que Pelé también fue pensador de la vida a través del fútbol, sin jamás pretender emular a Villorrio, Camus, Galeano o García Márquez. Con su filosofía de vida desde el fútbol, nos demostró que las piernas van conectadas al cerebro, suficiente sustento para ganar lugar en la historia con expresiones memorables como estas:

Si eres el primero, eres el primero. Si eres el segundo, no eres nada.
Si no das educación a la gente, es fácil manipularla.
Dondequiera que vayas, hay tres iconos que todo el mundo conoce: Jesucristo, Pelé y Coca-Cola.
Representó a Brasil en todo el mundo. A donde quiera que vaya, lo tengo que hacer lo mejor posible para no decepcionar al pueblo brasileño.
Nunca habrá otro Pelé. Mi padre y mi madre cerraron la fábrica. Soy único e irrepetible.
Messi marcará una época, pero nunca será leyenda.
Maradona no es un buen seleccionador porque lleva un modo de vida extraño y eso no pasa desapercibido en el equipo.
Nací para el fútbol como Beethoven para la música.
Los políticos han propiciado que suframos siempre la miseria en Brasil.

* Desde sus 17 años de edad, ganó en Antioquia gran reconocimiento como fundador de la emblemática Copa de futbol Colima sub15, patrimonio de la ciudad de Medellín.

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