OPINIÒN / [email protected]
Por: Johan Ferney Toro Builes *
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Todo el mundo anda en el papel de brujos vaticinando que le ocurrirá al mundo durante los próximos doce meses que forman el tan esperado año 2025. Yo me he puesto el hábito medieval de los magos y, trato de inspirarme con algo de brujería callejera para hablar de esas cosas que ponen a hablar a todos los mortales sobre lo que viene, lo que recibiremos, sufriremos o padeceremos, unos aquí, otros màs allá, alrededor de la bola de tierra y agua que flota en el aire de este que llamamos el globo terráqueo. Mientras por allá en esas latitudes se predice esto, por aquí en locombia predecimos aquello, así, con el
`mientras...` les voy a narrar:
Mientras las predicciones para el convulsionado mundo es de continuidad en los conflictos feroces entre las potencias de aquí y de allá, donde Ucrania al mejor estilo literario de la cenicienta llevará la peor parte en la segunda función Trump, aquí en Colombia seguiremos siendo el mismo macondo de Gabo con los personajes bananeros; seguiremos poniendo muertos de policías, soldados y líderes sociales, mientras en redes sociales dirán que nunca Colombia se había visto así, en este lodazal de inseguridad bandolera y de la feria de la muerte propia de la criminalidad total.
Mientras el mundo seguirá dando pasos agigantados en los sistemas computacionales gracias a la cuántica y la IA para resolver problemas en segundos, - tal vez en horas -, cuando antes la humanidad tenía que esperar millones de años, en Colombia tocará fondo la ciencia y la educación al agudizarse la crisis del Icetex, que pasará a ser leyenda al cambiar la concesión por la negación de créditos universitarios; de la misma manera que se esfumará el programa de educación en el exterior Colfuturo porque ya no habrá futuro, mientras las universidades se irán diluyendo en el universo del caos, de la nada, de la sin salida gracias a su crisis de funcionamiento de francachela corrupta y politiquera.
Mientras el reelecto Trump se encierra en sus muros devolviendo desde el norte hacia el sur siete de diez migrantes, sanciona a las empresas y países vinculadas con el narcodelito, aquí en Colombia seguiremos atrapados por la narcopolítica en plenas elecciones, distraídos con encuestas amañadas y pagadas por los mismos con las mismas, otro año con la pesadilla de la polarización al límite que alimenta a los serviles que no leen, piensan poquito y opinan pendejadas porque beben como siervos en las canteras turbulentas y sucias de redes sociales.
Mientras avanza la preparatoria de la fiesta del fútbol mundial en el norte del continente, aquí en tropiColombia seguirá la selección dando tumbos, jugando como nunca y perdiendo como siempre, mientras los micrófonos de enmermelados cumbiamberos se consuelan como tontos con las chispazos brillantes de las individualidades en los clubes europeos.
Mientras la comunidad internacional toma medidas serias para atender emergencias climáticas, aquí en Colombia seguiremos recogiendo ropa usada y mendigando alimentos para atender las gravísimas emergencias ambientales que se avecinan, y donde los más vulnerables son los que pagan los platos rotos.
Mientras en el mundo seguirán celebrando conferencias de acuerdos comerciales y de diálogo multilateral, aquí en Colombia seguiremos aguantándonos a los alcaldecitos y gobernadores de las islas de Barataria peleando con el poder central, renunciando a recibir obras y programas sociales, porque su apuesta es la de atrincherarse en su pequeño territorio, igual que pasaba hace màs de 200 años en la legendaria patria boba.
Mientras en los continentes y bloques de países se idearán màs audaces sistemas de lucha contra la criminalidad con Interpol a bordo, aquí en Colombia seguiremos atrapados, secuestrados y violentados por bandas que imponen su ley y narco justicia en cada territorio veredal, ciudad, barrio y comuna, ante la vista gorda y hasta complaciente de autoridades oscuras e hipócritas.
Mientras en países civilizados los parlamentos seguirán legislando animados por el interés de la sociedad, aquí en Colombia seguirán los congresistas persiguiendo las tulas y contratos para embolsillarse los pocos dineros que le quedan a Colombia, recursos que usarán para comprar a los serviles electores que les ayudarán a llegar para robar.
Mientras en los estadios del mundo hace rato tomaron medidas contra los vándalos a los cuales les hacen continuo monitoreo, aquí en Colombia volverán las barras bravas embriagadas por la ilegalidad a estremecer con su violencia las ciudades, y volveremos a ver alcaldes cretinos declarando que no volverá a ocurrir... al menos hasta el año siguiente.
Y lo mismo ocurrirá este próximo año con Venezuela, mientras el mundo se hace el de la vista gorda porque tienen intereses mayores a los de la democracia y dignidad de un pueblo, aquí por simple electorerismo politiquero, exigirán que a la dictadura del país hermano se le aísle y se le declare la guerra, así a nosotros nos lleve el diablo porque somos los únicos pegados como siameses de ese territorio hostil y comunicante que define la seguridad nacional.
Soy el mago Merlín, reconozco que mis poderes mágicos son bastante limitados, y de brujería...ni hablar. Pero mis predicciones se ven venir y sentir, no creo que necesite mucho de esos poderes superiores. Vivir para ver.
* Abogado litigante de la Institución Universitaria Americana, practicante del fútbol, directivo de la Fundación La Gente, Veedor Ético de Vecinos:
Màs ciudadanía que ciudad.
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