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Por: Carlos A. Echavarría Blandón *
El presidente Gustavo Petro vuelve a salir en falso para exculparse de toda su incompetencia y ante
la escasez de energía y gas que pueden dejar al país a oscuras y sin la posibilidad de cocinar en los
estratos más bajos, simplemente dijo desde la tarima en la plaza de Bolívar el pasado jueves, que
el discurso del gas era un tema ideológico y que se tenía que acabar si o si, el consumo de los
combustibles fósiles.
El autoproclamado líder cósmico del medio ambiente, no está enterado que es el presidente de
Colombia y no le interesa en lo más mínimo afrontar la grave situación que hoy vive el país gracias
a sus pésimas políticas progresistas que tanto daño le han hecho a los países subdesarrollados
como el nuestro. Diferentes frentes le están demostrando al mandatario que su tal tema ideológico
llegó a golpearlo en la cara directamente y los que más padecerán la situación serán el Pueblo que
solo le sirve como eslogan propagandístico en sus discursos sin sentido.
Empecemos con el primer tema urgente. El señor Alejandro Martínez, presidente de Gasnova,
expuso que el gobierno nacional no está pagando los subsidios para que los estratos 1 y 2 reciban
con un 50% de descuento las pipetas de gas licuado de petróleo, o sea, las pimpinas que emplean
las familias pobres que no están conectadas a la red de gas natural y que beneficia a 12 millones de
colombianos.
Ese subsidio es directo para las personas de los estratos 1 y 2, porque cuando se acercan a comprar
una pipeta de gas, con su número de identificación y calificación dentro del Sisben, le venden la
pimpina de 40 libras a 40 mil pesos y no a los 80 mil que realmente cuesta.
El gobierno tiene deudas acumuladas por ese subsidio al mes de agosto por valor de 54 mil
millones de pesos y a pesar de que el ministerio de minas ya dio la orden de pago, los dineros no
han sido abonados por el ministerio de hacienda desde el mes de marzo. Eso sí, los 10 mil millones
que costó la logística para el evento organizado por Gustavo Petro que lo llamó la marcha de las
canas, no hubo problemas con los desembolsos.
El señor Martínez también expuso que el valor del subsidio desde el mes de agosto hasta el mes de
diciembre será de aproximadamente 45 mil millones de pesos, que muy seguramente, tampoco
habrá caja en el ministerio de Hacienda para pagarlos y si el panorama ya no fuera oscuro de por
sí, dentro del presupuesto general de la nación presentado para el año 2025, ese subsidio no va
más, así que la tarifa de las pipetas para los estratos más populares se duplicará de precio, lo que
llevará a muchas familias a cambiar el método de cocción de los alimentos, retornando a la leña o
al carbón, altamente contaminantes y potenciando los problemas de salud sobre todo en el tracto
respiratorio. Genios progresistas que tanto gritan por el cuidado del medio ambiente y la salud de
las personas.
Cambiando de frente, el señor Ramón Dávila, gerente de Gases del Caribe, expuso que Ecopetrol
detuvo el suministro de gas natural a 13 distribuidores, entre ellos, Alcanos, Efigas, Gases del
Caribe y Terpel, porque les aplicaron la cláusula de firmeza condicionada, que significa que por
motivos de fuerza mayor se les deja de suministrar gas sin contraprestación alguna y por un
período indefinido.
Eso significa que a partir de la fecha hay desabastecimiento de gas natural vehicular, lo que
afectará significativamente parte del transporte público en las grandes ciudades del país, porque
sus buses solo trabajan con ese combustible. También afectará duramente el bolsillo de los
taxistas, quienes luego de hacer inversiones millonarias para adecuar sus vehículos para trabajar
con gas, ahora tendrán que retornar a la gasolina que está a 16 mil pesos el galón.
El señor Dávila expone que no hay un solo proyecto de exploración de gas activo en el país,
también dice que gracias a las 115 consultas previas que están en desarrollo, los proyectos
anteriores a la restricción impuesta desde que Gustavo Petro ingresó a la presidencia en el año
2022, también están detenidos, el más reciente, el proyecto Uchuva 2 en la costa caribe.
Siguiendo con la concatenación de las muy malas noticias, la razón por la cual se detuvo la venta
de gas a los distribuidores se debe a que no está lloviendo lo suficiente y a las pésimas políticas
que adoptaron los más recientes presidentes de Colombia criminalizando la generación
hidroeléctrica lo que ha disminuido los proyectos en escala.
Natalia Ramírez, presidente de Acolgen, expuso varios temas que están desembocando en la
tormenta perfecta. La primera es que el país detuvo el ingreso de nuevos proyectos de energía de
gran magnitud, recordar que la última generadora de energía de este tipo que ingresó al mercado
nacional fue Hidroituango y a la fecha solo está en operación al 50% de su capacidad y no hay un
horizonte claro sobre cuando ingresa la otra mitad al mercado nacional.
Según la empresa XM, del 100% de la energía proyectada para que ingresara a la red nacional para
el año 2021, solo se hizo realidad el 7%. Para el año 2022, solo el 28%. Para el año 2023, solo el
17% y en lo corrido del 2024, solo el 13%. Así que se evidencia claramente las pésimas políticas
que están impidiendo a las empresas realizar proyectos intensivos de generación y gran parte se
debe a la criminalización de las hidroeléctricas y las necesidades de las consultas previas a las
comunidades.
El retraso no es solo para la construcción de las centrales eléctricas, la doctora Ramírez expuso que
el problema también está en la construcción de las redes de transmisión, las cuales tienen un
retraso según cronogramas de 55 meses. O sea, 5 años de retraso en la ejecución de las obras.
La doctora Ramírez expuso que desde Acolgen llevan más de 3 años encendiendo las alertas sobre
la situación que atraviesa la generación y transmisión de energía del país. Ni el expresidente Iván
Duque, ni el hoy presidente Gustavo Petro han hecho algo para afrontar el problema y como los
ahorros se acaban, la situación es crítica, porque, cuando se encendieron las alertas, el exceso de
producción de energía en comparación con el consumo nacional era del 10%, o sea, se tenía el
potencial para producir un 10% más que lo requerido. Hoy ese número bajó al 5% y para el año
entrante con las condiciones actuales, que no se ven por donde puedan modificarse, solo será el
1%.
Esa falta de ahorros impide que a las centrales eléctricas se les pueda hacer un correcto
mantenimiento, porque con una sola de ellas que se detenga, ya no habrá la posibilidad de cubrir
la demanda, lo que conllevaría a un apagón. Y como muchos saben, cuando a un motor se le exige
estar siempre trabajando al 100% de su capacidad y sin un correcto mantenimiento, más temprano
que tarde se dañará y pum, Venezuela, país que contaba con una red gigante hoy vive a oscuras.
¿Quién dijo que con Petro presidente no nos íbamos a convertir en Venezuela?
La empresa XM pidió que las centrales hidroeléctricas comenzaran a ahorrar agua, eso significa
que solicitan disminuir la producción de energía y de esa forma no secar los embalses, porque las
lluvias que tanto se esperaban, no han llegado ni llegarán. El fenómeno de la niña no se hará
realidad, solo será una temporada de lluvias por debajo de los promedios y se prevé una crisis para
diciembre. Por eso, las generadoras térmicas deben suplir la demanda y requieren de combustibles
como el gas y el acpm para su operación.
Esa es la razón por la cual dejaron de enviarle gas a los distribuidores que suplen la demanda
vehicular, se necesita ese gas para encender las térmicas y obviamente, por las políticas de los
progresistas como Gustavo Petro y los globalistas como Iván Duque, no hay producción de gas
suficiente para suplir ambas necesidades.
El Pueblo verá afectada su calidad de vida directamente, sin gas vehicular se restringe el transporte
público en las grandes ciudades con menos frecuencias de los buses e incluso detenciones totales
en donde los vehículos no sean híbridos.
Los taxistas verán como sus pocas ganancias se desaparecen y protestarán porque ahora les tocará
usar gasolina a 16 mil pesos el galón si quieren trabajar y como el gobierno de la Colombia
Humana los engañó al decirles que tendrían un precio diferencial, tendrán que comer de su propio
cocinado por ingenuos.
La energía producida por gas es mucho más costosa que la hidráulica, así que las tarifas, que de
por sí están por las nubes, llegarán a la estratósfera y la decisión será la de pagar la energía o
comer. Eso sin decir que a miles de familias les tocará cambiar el modo de la preparación de
alimentos y retornarán a la leña y el carbón con los efectos ya expuestos.
Los ambientalistas que tanto dicen cuidar el medio ambiente verán como los gases efecto
invernadero que produce el país subirán y subirán, porque para generar energía por medio de las
centrales hidroeléctricas, solo se necesitaba la fuerza de la gravedad, por el contrario, las centrales
térmicas requieren la quema de Gas, Carbón y ACPM. Otros genios a los que la realidad les está
golpeando muy fuerte.
Entienda presidente Gustavo Petro, su lucha sin sentido en contra de los combustibles fósiles, sí es
una batalla ideológica como usted dice; sus políticas están afectando la vida de millones de
personas y destruyendo a todo un país; si lo que quiere es progreso, deje de ser progresista y
abrace las banderas del único sistema que desarrolló la humanidad.
La pobreza era el común del mundo hasta el año 1800, apareció un sistema que se fundamentó en
la libertad para producir, la libertad para innovar, la libertad para presentar soluciones a los
problemas de la vida diaria sin la intromisión de un Estado. El capitalismo es la única herramienta
que ha funcionado para mejorar la calidad de vida de los habitantes de una región y el antagonista,
que solo quiere multiplicar la pobreza y así controlar las masas, es lo que usted quiere, Gustavo
Petro, el comunismo fracasó, tenga la humildad de reconocerlo y la gallardía para cambiar el
rumbo, no permita que su terquedad, ego y prepotencia lleve a Colombia al fracaso.
* Ingeniero civil de la Universidad Nacional, cronista político y libre pensador.
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