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Por: Carlos A. Echavarría Blandón *
La semana que pasó los colombianos vieron al presidente Gustavo Petro arremetiendo contra las
instituciones, contra los jueces, contra los medios de comunicación, contra los opositores, en
resumen, arremetió contra todos los que no se arrodillen ante lo que él considera un derecho
divino que le aplica por ostentar el primer cargo público de la nación. En el más claro abuso del
“no sabe quien soy yo” Petro quiere que las leyes no le apliquen al mandatario. A continuación, se
hace un pequeño resumen de lo ocurrido en los últimos 7 días.
En discurso dado desde la Universidad Nacional de Colombia, el mandatario argumentó que la DEA
le había informado sobre un intento de asesinato y que sería llevado a cabo por medio de un carro
bomba. Según su exposición, los golpistas habían adquirido dos volquetas que transportarían los
explosivos y que una de ellas había alcanzado a ingresar a la ciudad. Gustavo Petro, siempre
irresponsable con sus señalamientos, dijo que un esmeraldero fue quien se encargó de la
recolección de los dineros en Dubái. Sin prueba alguna el presidente hace acusaciones al aire
dejando en tela de juicio a todo un gremio que en el pasado fue reconocido como patrocinador de
los grupos paramilitares y que desde esos momentos cargan con ese estigma que se desean quitar
mediante un trabajo duro y honrado, pero el presidente para complacer a un público afín, los
vuelve a incluir como colaboradores de grupos terroristas sin una sola prueba presentada.
Gustavo Petro si fue un guerrillero en su juventud y como quien las hace se las imagina, Petro
debe tener pánico a que le ocurra lo mismo que él les hizo a miembros de la policía nacional
cuando era miembro del grupo terrorista M-19. En la ciudad de Zipaquirá, Gustavo Petro le lanzó
una granada al volco de una volqueta que transportaba policías y dejó a varios miembros de la
fuerza pública heridos de gravedad. La historia fue contada por el Coronel (R) de la policía de
Zipaquirá César de la Cruz, quién años después se encontró con el hoy presidente en un evento
social y el mismo Gustavo Petro le dijo que él había lanzado la granada sin sentir el más mínimo
remordimiento por el hecho.
En el Encuentro Nacional de los Medios Alternativos, Gustavo Petro dijo que Colombia respetaba
la libertad de prensa y segundos después atacó la prensa y prácticamente la puso al nivel de las
organizaciones criminales exponiendo que eran unos mafiosos que querían gobernar al país y que
los periodistas que no se arrodillaban ante los propietarios eran asesinados. Lo peor de todo es
que Petro demostró su faceta Nazi al querer el control total de los medios de información, no
mediante un ministerio de la propaganda, ese sería su ideal, sino mediante la pauta al decir que el
60% de la inversión en medios de comunicación que realizaba el gobierno debería ser para los
medios alternativos. Claramente, Petro los quiere comprar porque son los pequeños que, sin el
apoyo de esa magnitud, no pueden sobrevivir y ninguno de ellos va a morder la mano que los
alimenta.
El presidente con sus fantasmas del pasado, también arremetió contra los jueces del país porque
uno de ellos lo obligó a rectificar una acusación que hizo en contra del señor Enrique Vargas Lleras
como miembro de la junta directiva de la nueva EPS, en donde lo acusó directamente de haberse
robado o mal destinado 5 billones de pesos para hacer proselitismo político y enviarle recursos al
partido de su hermano Germán Vargas Lleras.
El interventor de la Nueva EPS, Julio Rincón, en entrevista dada a diferentes medios de
comunicación declaró que la entidad debía verificar el destino de 5 billones de pesos, en ningún
momento dijo que se habían robado 5 billones, solo que estaban buscando en donde se habían
hecho esas erogaciones. Adicionalmente, el vice contralor general expuso que ellos han
investigado el manejo de la nueva EPS y que solo tienen dudas sobre la destinación de 1.5 billones
de pesos y están esperando que el presidente de la entidad, Aldo Cadena, nombrado por Gustavo
Petro hace dos años, les entregue la información. Así que la cifra de los 5 billones es tan mentirosa
como la cifra de los 6402.
El Consejo Nacional Electoral tampoco se salvó del ataque feroz del mandatario, porque según
palabras del presidente Gustavo Petro le quería darle un Golpe de Estado por investigar su
campaña a la presidencia y que ellos no tenían la autoridad para hacerlo. La Corte Constitucional
reiteró que el CNE, sí tiene facultades para investigar la campaña y de llegarse a presentar un
hecho en contra del proceso electoral, puede sancionar y enviar copia del expediente al ente que
investiga al presidente, la Comisión de Investigaciones y Acusaciones del Congreso de la República,
pero, Petro con su arrogancia que lo caracteriza, considera que como ya es mandatario el CNE no
lo puede investigar sin importar si llegó a la presidencia cometiendo un delito electoral.
Indirectamente también la Colombia Humana se fue lanza en ristre contra el Congreso de la
República porque las comisiones tercera y cuarta, no le aprobaron el monto presentado para el
presupuesto general de la nación, el cual está desfinanciado y no es acorde a la situación fiscal y
económica del país. Por supuesto, la respuesta de Petro fue,
`de Malas`, si no aprueban el
presupuesto lo saco por decreto. Esa provocación de presentar un presupuesto desfinanciado
tiene a los congresistas bastante molestos con el ministro de hacienda Ricardo Bonilla. Al no haber
aprobado el presupuesto de 523 billones de pesos, se viene un choque de trenes entre el Ejecutivo
y el Legislativo. El Legislativo dice que no va a legislar sobre la destinación del presupuesto porque
éste sencillamente no se aprobó, mientras que el Ejecutivo dice que se tiene que legislar sobre los
523 billones presentados y que luego concertan la cifra y la ajustan con una reforma tributaria que
se disfraza como una ley de financiamiento. En ambos casos, pase lo que pase, el presupuesto con
523 billones o con 511 billones estaría desfinanciado porque parte de supuestos irreales y muchos
analistas económicos dicen que el hueco fiscal es superior a los 60 billones de pesos. Esa es la
razón por la cual Ricardo Bonilla quiere saltarse la regla fiscal, para poder endeudar más al país si
se les aprueba el presupuesto de esa manera.
Siguiendo con la desquiciada semana del presidente, también habló en la Asamblea Popular
llevada a cabo en la Universidad Nacional de Colombia, en donde dijo que no quería que lo fueran
a momificar cuando muriera o hacerle algún monumento como a su líder Mao Zedong, que él era
energía libre y no quería esos honores. Mao fue el mayor genocida de la historia con casi 70
millones de asesinatos dentro de su país a sus espaldas, ese es el modelo de líder político de
Gustavo Petro. Dentro del grupo terrorista M-19, había marxistas, leninistas, estalinistas, trotskistas
y maoístas, claramente Petro pertenecía al último y como era de esperarse al peor de todos.
Resumen, pidió que le hicieran una estatua en su honor porque no faltará el miembro de la
Colombia Humana que saque un proyecto de ley para hacerle su monumento. Como cualquier
Isabel Zuleta que a pesar de que el presidente dice que no se quiere reelegir, ella ya comenzó el
trámite en el congreso para revivir la figura y las asambleas constituyentes populares dicen que es
vital ese artículo para conservar el proyecto progresista de la Colombia Humana.
En esa misma asamblea el presidente convocó a marchar para defender su proyecto político. Petro
sabe que perdió la calle y la quiere recuperar a cualquier costo y no le importa sacar a sus pocos
fieles a criticar porque el gobierno no ha cumplido en nada y echarle la culpa de la mala
administración a la oposición. ¿Cuál proyecto político es la Colombia Humana si no han hecho
absolutamente nada en su gobierno y las cifras de cumplimiento de presupuestos así lo
demuestran? Lo más terrible es que los colombianos sabemos cuáles son las personas que
convoca a las calles, el grupo de asalto llamado “La Primera Línea” y como son reconocidos por su
violencia, el presidente como comandante el jefe de las fuerzas armadas no le pide a sus hombres
que hagan respetar la vida y la propiedad de los ciudadanos, nada de eso, protege a sus criminales
ordenando al ejército que no se levante una sola arma para detener una manifestación y como la
Fiscal General de la Nación, Luz Adriana Camargo, parece de bolsillo, dicha la declaración del
presidente y a sabiendas que la primera línea va a cerrar calles, destruir paredes, atentar contra la
policía y demás disturbios, expidió una reglamentación en donde deja de ser un delito insultar o pegarle a
un policía durante una manifestación y le advierte a la Fuerza Pública que si se defiende los va a
procesar. El mundo al revés.
A las escondidas, sin publicidad, sin medios de comunicación, sin diálogo, sin concertación, sin
revisión y sin modificaciones, nuevamente la Colombia Humana presenta la reforma a la salud. En
Colombia, ¿cuándo se cierra una mala iniciativa? No pasa la reforma a la salud, la vuelven a
presentar; no pasa el consumo recreativo de la mariguana, lo vuelven a presentar; no pasa la
reforma laboral, la vuelven a presentar; ¿Será que las leyes en Colombia se presentan y presentan
hasta que por arte de magia o mermelada dejan de ser malas y se convierten en maravillosas
iniciativas?
Gustavo Petro, usted juró sobre la constitución de la república de Colombia y se comprometió a
cuidarla y respetarla, ¿Cómo así que cuando las leyes no le gustan a usted no le aplican?, ¿Desde
cuándo es un golpe de Estado cuando se realiza un proceso siguiendo las leyes del país?, ¿Desde
cuándo sus opiniones pueden pasar por encima del derecho a la buena honra de las personas?,
¿Cómo es posible que no respete el congreso legalmente elegido por los colombianos y se tienen
que imponer sus planes?, ¿Cuándo va a entender Gustavo Petro que no se le aprobó la reforma a
la salud por mala y la presenta sin modificaciones?
Gustavo Petro demuestra que no se preparó para gobernar un país, no es un estadista, no se
conocen proyectos productivos que haya liderado, no ha creado un solo empleo en su vida adulta,
simplemente dice ser el cambio a pesar de que ha vivido a expensas del Estado los últimos 30 años
como burócrata consumado. Es por ello que su incompetencia lo está impulsando hacía su refugio,
ser un panfletario incendiario que busca la división de clases para ver si de esa forma revierte ese
66% de desaprobación de su gestión, pero por el camino que va, parece que busca darse un
autogolpe para definirse completamente, un tirano dictador.
* Es ingeniero Civil de la Universidad Nacional Seccional Medellín muy activo en redes sociales como libre pensador, reconocido cronista político agudo y crítico.
Opinión es la columna libre para quienes desene participar con sus libres posiciones en torno al debate activista de partidos políticos y movimientos en Colombia.
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