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¿Castillo de naipes en Perú?

Los Estados son como los hombres, nacen de sus mismos rasgos. Platón

INTERNACIONAL / [email protected]

PEDRO PABLO CERRÓN ALVA
El cronista del sur para la Internacional Forochat
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Esta es sin duda la primera columna de otras más que espero me permita dar a la vida forochat, en mi sentida pretensión de lograr descifrar la construcción de la tan anunciada nueva era institucional aquí, en el Perú, la misma era que en menos de un mes, no pinta nada bien por culpa de los infernales pasajes políticos que se viven para un Castillo que amenaza venirse al piso, como si estuviera constituido de naipes. Desde Lima hasta Arequipa, los reportes de todos los frentes son muy oscuros, no sólo de la férrea oposición de derecha atrincherada en el parlamento, sino por parte también de sus propios aliados filados en la Perú libre. Esta avalancha amenaza los cimientos de este Castillo a raíz de los temblores tempraneros de cada columna del régimen marxista que lidera el romántico integrante del profesorado, don Pedro Castillo.

Capítulo I al día 17 de agosto de 2021

Muy bien advertí al inicio, que tendré que darle continuidad a está misma columna en semanas siguientes, todo va a ser a la manera de un novelón latinoamericano con tanta movida como la que se viene, así que los invito a que estén preparados en gracia de alquilar balcón ante la incendiada que se va a pegar nuestra ya crítica democracia peruana.

Prescindiendo de la lupa, veamos: En sus primeros 15 días de organizar gabinete y a punto de acudir a buscar ante el parlamento el voto de confianza, ya le han anunciado veto desde antes de la visita si persiste en mantener a varios de sus ministros. Los clarines de guerra se escuchan como un trueno desde la orilla opositora, piden las cabezas del primer ministro Guido Bellido investigado por terrorismo, el de exteriores Héctor Bejar antiguo guerrillero, Walter Ayala de la cartera de Defensa, Juan Carrasco Miones de Interior, Íber Maravi de Trabajo y Empleo, y Anahí Durand ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, todos ellos acusados de beber con garganta profunda en las canteras comunistas.

Contamos con un volcán de odios, señalamientos y acusaciones en viva ebullición que hace presagiar el detonante de una crisis que de paso le otorga sentido y contundencia a mi título: ¿Castillo de naipes en Perú?, todo lo cual me compromete con mi pluma adolorida al seguimiento de un episodio tras otro, sin que podamos vaticinar cuál bando se impondrá en un sistema político atípico en la región, que ya en otras oportunidades ha tumbado sucesivos mandatarios.

Es que lo que vive la nación es una pesadilla de disolución institucional, pues estamos frente a un sistema constitucional que otorga un 50 a 50 de poder entre los poderes ejecutivo y legislativo, casi a la manera de un régimen parlamentarista puro, pues aquí el legislativo también debe aprobar la investidura del gabinete, si este lo rechaza, el líder del ejecutivo puede presentarlo una vez más, y si se niega el voto de confianza dos veces seguidas, el presidente puede disolver la Cámara y convocar a nuevas elecciones parlamentarias. Pero el panorama del presidente Castillo es complejo, solo tiene 37 escaños, que incluyendo los de sus aliados suma menos de 50. Esa es la razón por la que respetados observadores advierten que de no cambiar de rumbo con este gabinete, su futuro se proyecta en tinieblas.

Para nosotros, nuestros sueños, nuestras familias, el pasado institucional reciente habla por sí solo, desde el año 2016, Perú mostró al mundo su débil sistema político luego de tener cuatro presidentes y dos parlamentos en cinco años, lo de ahora entonces hace presagiar momentos telúricos que de seguro sacudirá el resto de este 2021.

El mal institucional ha radicado en que todos los sectores políticos aquí en el Perú son prisioneros de su pedacito de verdad, los de derecha defendiendo la estructura formal institucional, y así mismo prisionero el marxista presidente Castillo con su poco o ningún interés en transar con el parlamento. El libreto ya lo tiene bien calculado con la malicia indígena que lo llevo a ganar: cumplirá insistiendo con la aprobación del gabinete como por no dejar, aunque su carta bajo el sombrero de yarey es la disolución del parlamento, pero para convocar una asamblea constituyente que le permita seguir la ruta hacia la redacción de una carta bolivariana.

Mientras todo está por suceder, la economía ya tambalea, aquí todos sus actores lo saben mientras la confianza inversionista extranjera se desploma, las acciones cayeron un 6 por ciento en un solo día, nuestro sol peruano es la moneda con el peor desempeño del mundo desde que Castillo llegó al poder. En un solo mes, los inversionistas retiraron 3.000 millones de dólares, y se vienen más temblores en nuestra estructura fiscal y financiera.

Estaremos entonces agregando nuevos capítulos a esta columna por cada semana telúrica, esperando que tenga pleno sentido y valor mi titulo: ¿Castillo de naipes en Perú?

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Forochat Internacional con la serie de nuestro influyente invitado, el analista político peruano Pedro Pablo Cerrón Alva, y la creciente crisis en su país. Imagen cortesía Agencia EFE