"Colombia hoy es un actor de primer orden en el mundo canino, desde el 2015, gracias al arduo
trabajo de Jonathan Álvarez, Richard Martínez y Daniela Rodríguez, estudiantes de la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional, supimos que contábamos con
una raza propia que se formó a partir de cruces entre algunos sabuesos introducidas en la
colonia y el mudo de estas tierras, crecimos con ella en solares y fincas, los conocíamos como
tinajeros, chapolo, bramador y aullador, dependiendo las regiones, pero hasta hace pocos años
supimos que esta raza es más colombiana que el mismo café."
OPINIÓN FOROCHAT / [email protected]
Luis Domingo Gómez Maldonado
Abogado Universidad del Rosario
Especialista en Derecho Constitucional Universidad del Rosario
Especialista en Docencia Universitaria CEMIL
Docente Universidad Santo Tomás - Bogotá
Magíster en Derecho DD. HH. y DICA ESDEGUE
Magíster en Derecho (Línea Derecho Constitucional) Universidad Sergio Arboleda
Maestrando en Derecho Animal y Sociedad Universidad Autónoma de Barcelona
@ludogomezm
El 21 de julio se viene consolidando como el día internacional del perro, para muchos uno más
de la cascada de celebraciones estandarizadas, no es una celebración cualquiera, se relieva el
gran papel histórico jugado por este animal catalogado como el mejor amigo del hombre, de su
amistad hay milenarios relatos, desconocemos el momento preciso en que esa relación de
mutua protección surgió. En 2018 el director Albert Hughes en la película Alpha ubicó ese
momento en el paleolítico reflejando las duras condiciones en las que Keda (protagonizado por
Kodi Smith-McPhee) y Alfa (un lobo gigante) dan ese gran paso.
En este territorio se hicieron famosos los perros mudos que habitaban la altiplanicie,
constituyéndose en la única especie endémica, hoy de su existencia solo quedan las referencias
que en su momento hicieran los exploradores y cronistas, mismos que con seguridad los
vieron extinguirse en la medida en que fueron introduciéndose especies con el propósito de
perseguir a los indígenas y esclavos por los agentes de la colonia, con ese fin llegaron los
primeros alanos traídos por Cristóbal Colón en su tercer viaje, luego vinieron los mastines,
lebreles, podencos y sabuesos. Hoy con seguridad encontramos en el territorio nacional algún
individuo de las especies más representativas del mundo, contar con un amigo perruno es una
tendencia global.
Tal vez la imagen anterior nos induzca a sostener la inexistencia de razas caninas en el
continente Americano, es una afirmación que rápidamente se debe desestimar, pues en
México y Centroamérica se tienen identificados los perros pelones (sin pelo o Xoloitzcuintle) y
los chihuahua, en los andes bolivianos estaban los K´hala (también sin pelo), el jinchuliwi, el
pastu, el ñanu y el c´husi anuquara; famoso es el cuadro del descubrimiento en la tumba del
señor de Sipán de su compañero, un perro sin pelo peruano. Los incas tuvieron como
compañero en sus faenas de pastoreo de llamas al pastor Chiribaya, tal como lo enseña la
antropóloga Sonia Guillén.