"El único punto en común que tienen la discusión del aborto y de los derechos de los animales es su
pertinencia moral, en lo demás son asuntos totalmente diferentes, en el aborto está inmersa la
vida misma de uno de nuestra especie; en la de los derechos de los animales el tema es si para
podernos beneficiar de las demás especies se hace necesario acudir a practicas dolorosas y crueles
o si por el contrario debemos adoptar otros parámetros de conducta avalados por el sistema
jurídico".
AMBIENTAL FOROCHAT / [email protected]
Luis Domingo Gómez Maldonado
Abogado Universidad del Rosario
Especialista en Derecho Constitucional Universidad del Rosario
Especialista en Docencia Universitaria CEMIL
Docente Universidad Santo Tomás - Bogotá
Magíster en Derecho DD. HH. y DICA ESDEGUE
Magíster en Derecho (Línea Derecho Constitucional) Universidad Sergio Arboleda
Maestrando en Derecho Animal y Sociedad Universidad Autónoma de Barcelona
@ludogomezm
No cabe duda de que la premisa fundamental sobre la que se construye sociedad es la vida. A
veces se nos olvida y la relativizamos al punto que, en sociedades con conflictos permanentes
como la colombiana, pareciera que hay muertos buenos y muertos malos, se trivializa tanto la vida
que una muerte es a menudo un indicativo para señalarnos a que bando o ideología pertenecía el
difundo, más no necesariamente es un momento donde como sociedad concurramos con
auténtica compasión, sino que es cada vez más común que las redes sociales se atiborren de
comentarios en contra del difunto y al revisar bien los orígenes se puede apreciar con claridad de
que lado estaba el que no se puede defender y el que hace leña con su partida de este mundo.
Esta trivialización de la vida la hemos llevado incluso a discusiones tan serias como el aborto, hoy
el país discute en torno al caso de interrupción del embarazo realizado a una mujer que tenía 7
meses de embarazo, no voy a discutir acá si estuvo bien o mal hecho a la luz de las normas
jurídicas vigentes en el país, lo que sí sé es que prescindir de una vida involucra los más profundos
sentimientos humanos que podamos experimentar como sociedad. Lo triste es que la discusión
nuevamente termina dividiendo opiniones que muy poco consultan argumentos éticos sino que
terminan reflejando posturas meramente ideológicas en las que pretenden encasillarnos, de
acuerdo a lo que pensemos en dejarnos ver como militantes de derecha o de izquierda, la vida no
tiene partidos y no puede quedar en las garras de ideologías, sean ellas de izquierda o de derecha
o cualesquier otra forma de ver el mundo, la vida es una discusión de humanidad.