"Soy terco, no me dejo recostar de nadie. Yo siempre digo: si me equivoqué me equivoqué yo, no me ayudó nadie, solo tuve un confidente: mi almohada". G.O.U.
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Juan Daniel Golfí
Aspirante a Instructor Voluntario IVOL
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Se nos fue el viejo del fútbol, cuando digo viejo me refiero a lo bueno, a lo añejo como el vino. Si..., porque ahora los técnicos del fútbol son desechables, los hacen desde los
"micrófonos amigos", los contratan caro, pero al día siguiente son lanzados por la ventana cuando no consiguen los resultados. Y como he venido escuchando en la radio el ejemplo de grandeza y carácter fuerte que fue el medico Gabriel Ochoa Uribe, debemos reconocer que ahora los técnicos son "muy enanos", les da por inventan cosas, que el ciclo y el mricrociclo, pero a la finan salen con
"un chorro de babas".
En la radio se escuchan voces desde ayer con la muerte del señor Ochoa Uribe, el de la leyenda del
¡dale rojo dale! que movía la pasión escarlata en las graderías, que ganaba todos los títulos profesionales seguidos, que tenia las mejores contrataciones procedentes de los mejores clubes del continente; tanto así, que en la radio de los argentinos
online están entrevistando a viejas glorias como Bataglia, Gareca, Falcioni... que hablan con nostalgia de Cali, de Colombia, del América de sus amores...y por supuesto del profe Ochoa Uribe.
Sinembargo no todo fue gloria para el profesor Ochoa Uribe, su fracaso mayor, su profunda tristeza se resume en su testimonio:
"Me dolió en el alma no haber ganado la Copa Libertadores: tuve tres posibilidades. Perdí contra Argentinos Juniors, cuando Anthony botó el penalti. River me ganó bien. El que no tenía que haber perdido nunca fue el de Peñarol, porque le gané aquí, fui allá y empataba sobre la hora y me hizo un gol un muchachito Vilar. Me fui a un tercer partido a Santiago, con el equipo acabado anímicamente y físicamente sin dormir".