"Un pueblo ignorante es víctima de la incomprensión y el mal gobierno". JEG
Tema Forochat con el comunicador
Jaider Monsalve Aranda
Alumno virtual escuela del Buen vecino EBV
Aspirante a Instructor Voluntario IVOL
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Jaider Monsalve Aranda. Era un 9 de abril de 1948, uno de los días más fríos de la historia bogotana. Por vez primera, Colombia era escenario de uno de los encuentros hemisfericos más importantes: La Novena Conferencia Panamericana, la misma que reunía a los representantes de los gobiernos del continente para sellar la amistad, la paz, y cooperación entre los pueblos.
En Colombia, que había sido epicentro en 1810 de la rebelión de las colonias andinas contra el régimen español, se volvería a rememorar momentos épicos; está vez, por cuenta de un caudillo arropado por la entraña popular, el mismo que había dejado atónita a la clase política tradicional al movilizar a todo un pueblo con antorchas en una impresionante marcha del silencio; pregonando en su paralizante discurso, que no reivindicaba al país político, sino al país nacional. Todo esto pasó, previo al episodio sangriento que desembocó en el 9 de abril de 1948.
Ese hombre, símbolo claro y contundente de la restauración moral de la nación, aquel líder capaz de electrizar a la masa con cada gesto, con cada palabra, con cada frase, el brillante abogado penalista que arrollaba con su carisma, audacia e inteligencia, poseía un poder de influencer más poderoso que cualquier personaje de hoy en redes sociales. Su capacidad viral en el arte de comunicar ideas y arengas; ese era el doctor
Jorge Eliecer Gaitan, un hombre del común educado en la élite de la escuela italiana, que ahora lideraba desde la disidencia del poderoso partido liberal colombiano, una batalla social y nacional contra la pobreza, la corrupción, la violencia, las camarillas tan propias del poder excluyentes que hemos tenido desde la fundación de esa sociedad santafereña. También representó Gaitan, un hito en la urgente construcción de un país civilizado. Hoy, en pleno siglo XXI, todavía no lo hemos logrado.
En este Viernes Santo del año 2020, cuando toda la cristiandad recuerda al único hombre universal que se sacrifico en un madero por los pecados de la humanidad,
forochat.com.co me ha permitido este post en homenaje a Gaitan, el abanderado cristiano de los humildes, un legitimo hijo de Jesucristo, el precursor de un memorial de reivindicaciones sociales y de reformas políticas y económicas, que hasta esta época sigue sin resolver no solo para Colombia, sino para todas las democracias de pura miseria en toda latinoamerica. El inmortal Gaitan debe saber de las marchas del pueblo, aquellas que solo han sido frenadas por el flagelo mundial. Debe saber que sigue teniendo toda la razón.
Algunos datos biograficos de Jorge Eliecer Gaitan
Nacido el 23 de enero de 1903 en el popular barrio de Las Cruces de Bogotá, Gaitán era el hijo mayor de Eliécer Gaitán Otálora, liberal radical que se dedicó a la venta de libros usados y de Manuela Ayala, maestra de escuela, mujer progresista que impregnó al joven de ideas de avanzada.
En 1919 se graduó de bachiller en el Colegio Martín Restrepo Mejía. Un año después ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, en la cual, presentó su tesis sobre "Las ideas socialistas en Colombia" y obtuvo el título de abogado en 1924. (reporte de Telesur para toda latinoamerica).
Las frases de Gaitan, resuenan en todo el mundo:
"Nosotros no decimos que el hombre debe ser un esclavo de la economía, decimos que la economía debe estar al servicio del hombre".
"Pueblo, por la restauración moral, ¡a la carga! Pueblo por la derrota de la oligarquía, ¡a la carga! Pueblo por nuestra victoria, ¡a la carga!".
"Ninguna mano del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal."
"Constituye un pecado el que a la primera derrota digamos que no hay razón para existir".
"Yo no soy un hombre, soy un pueblo".
"El pueblo es superior a sus dirigentes".
"Un pueblo ignorante es víctima de la incomprensión y el mal gobierno".
"Esta avalancha humana: libra una batalla, librará una batalla; vencerá a la oligarquía liberal y aplastará a la oligarquía conservadora".
"El que sentencia una causa sin oír la parte opuesta, aunque sentencie lo justo es injusta esa sentencia".
"Yo no creo en el destino mesiánico o providencial de los hombres. No creo que por grandes que sean las cualidades individuales, haya nadie capaz de lograr que sus pasiones, sus pensamientos o sus determinaciones sean la pasión, la determinación y el pensamiento del alma colectiva".
"Porque el gobierno colombiano tiene la metralla homicida para el pueblo y la rodilla puesta en tierra ante el oro americano".
"Hay que procurar que los ricos sean menos ricos y los pobres sean menos pobres".
"Si avanzo, seguidme. Si me detengo, empujadme. Si os traiciono, matadme. Si muero, vengadme"
En todo el mundo, la gente de pensamiento recuerda al hombre que encarnó al pueblo:
Antonio Caballero (El Tiempo 1997/12/21)
Aterrorizó a los políticos tradicionales de los dos partidos: el pueblo había tomado la palabra. Es decir, Jorge Eliécer Gaitán había cometido el impensable sacrilegio, de imprevisibles consecuencias para el orden, de darle la palabra al pueblo. De abrirle el acceso a la política, cuando la política había consistido siempre en mantener el pueblo al margen. Ellos, liberales, conservadores, o los efímeros republicanos ( algodón entre dos vidrios ), habían tenido siempre de la política un concepto de club privado, censitario, con derecho de admisión reservado. La democracia colombiana debía ser como la ateniense: sin los ilotas. Era la que había existido siempre, y a la cual tras la Violencia y gracias a ella se volvería después. Gaitán era un demagogo irresponsable que, como se dijo más arriba, quería otra cosa: quería que el pueblo interviniera en la política. Por eso lo mataron.
Rodrigo pareja (El Mundo 2012/04/10)
Su muerte trágica en pleno centro de Bogotá el 9 de abril de 1948, no esclarecida de manera plena y todavía materia de especulaciones e hipótesis acerca de las verdaderas motivaciones de sus autores materiales, marcó para esta nación el comienzo de una época de violencia que fácilmente puede haber cobrado la vida de más de medio millón de personas.
Siguemex, ciudad de México (2015/08/18)
En la carrera séptima se ubica el lugar en el que un 9 de abril de 1949 ocurrió el magnicidio del político colombiano Jorge Eliecer Gaitán, dando origen a eventos violentos conocidos como: "El Bogotazo". El sitio conocido como el monumento se encuentra señalado por diversas placas alusivas empotradas en la pared, una de las cuales registra fragmentos de un discurso.
Debes mantenerte atento para que no pase desapercibido, para conocer la historia de nuestros pueblos, para defender el ideario de quienes han entregado todo, hasta su propia vida por defender los derechos de los más humildes. En el alma de cada uno de los latinoamericanos, debería echar raíces un Jorge Eliecer Gaitan.
Gabriel García Marquéz, testigo: Marcha del silencio (El Espectador, 2014/04/08)
Pocos días después -el 7 de febrero de 1948- hizo Gaitán el primer acto político al que asistí en mi vida: un desfile de duelo por las incontables víctimas de la violencia oficial en el país, con más de sesenta mil mujeres y hombres de luto cerrado, con las banderas rojas del partido y las banderas negras del duelo liberal. Su consigna era una sola: el silencio absoluto. Y se cumplió con un dramatismo inconcebible, hasta en los balcones de residencias y oficinas que nos habían visto pasar en las once cuadras atiborradas de la avenida principal. Una señora murmuraba a mi lado una oración entre dientes.
Gonzalo Gazola, universitario de Santiago del Estero, Argentina (2018/04/17)
Cuando se es un líder revolucionario, morir es nacer, porque las ideas siempre perdurarán; y lo ha demostrado nuestro Che Guevara, y también el andino Jorge Eliecer Gaitán. Yo me me he preocupado por leer sobre el bogotazo, y todos sabemos que la burguesía y la corrupta política de los liberales y conservadores asesinaron a Gaitán, mataron una ilusión, derramaron la sangre de un mártir. A todos los jóvenes debemos recordarles que no sigan corruptos, que no apoyen la opresión, ese es el mejor homenaje al caudillo de América: Gaitan.
Opinión, El Espectador (2012/04/09)
Gaitán asistió a un periodo de cambios institucionales, muchos de los cuales vieron la luz en el gobierno de la revolución en marcha liderado por el presidente Alfonso López Pumarejo. Colombia, entonces, era un país fundamentalmente rural con formas de producción pre capitalistas que se correspondían con un régimen político en formación. Para entonces, vale recordar, las mujeres no podían votar, se usaban más alpargatas que zapatos y era casi exclusivo el uso de papel higiénico. El desarrollo industrial era una quimera y en el campo existían formas feudales de propiedad.
Arturo Alape, revista Semana (1980/12/11)
Gaitán era ya el presidente de Colombia para 1950, pero se había creado la atmósfera propicia para su asesinato: a Gaitán lo hubiera podido asesinar alguien distinto al homicida Roa Sierra. A la 1:05 de la tarde se paró el reloj de Gaitán, cuando el asesino vaciaba el revólver sobre su cuerpo. A esa hora en 1948 cambió el rostro de Colombia.
El 9 de abril fue, en definitiva, una derrota para el pueblo, una frustración histórica, porque aquella tarde se enterró un futuro que ya se vislumbraba, en el proyecto de Gaitán. Colombia cambió su destino. Después vendría la oscura etapa de la violencia. Como siempre, el pueblo ofrendó su vida por unos ideales que quedaron en la orilla del camino.
LAS HUELLAS QUE HA PERMITIDO LA POLÍTICA COLOMBIANA SOBRE JORGE ELIECER GAITAN
De Jorge Eliécer Gaitán no existe en Bogotá ni siquiera una estatua. O bueno, sí: hay una, pero horrorosa, y en mal sitio. Lo cual está muy bien: Gaitán era horroroso ( El Negro Gaitán, lo llamaban con horror, aunque era más bien aindiado, las oligarquías europeizantes); y estaba en mal sitio (con el pueblo , en muy variadas acepciones de la palabra). Por eso lo mataron. Un asesinato que, según la frase consagrada, partió en dos la historia del país . Un asesinato que, medio siglo más tarde, no ha sido resuelto todavía. No ha sido resuelto ni siquiera en el más estricto sentido de la investigación penal. Treinta años de averiguaciones judiciales, antes de que por fin se diera por cerrado el caso al cabo de decenas de miles de folios, no pudieron dar cuenta ni de los motivos del crimen, ni de sus propósitos, y casi ni siquiera de la identidad del autor material, despedazado por la muchedumbre, desnudo su cadáver ante el palacio presidencial donde gobernaba el conservador Mariano Ospina Perez. (El Tiempo, 21 de diciembre de 1997)
"Si muero, vengadme". Esa fue la frase que ignoró la casta corrupta atrincherada en el poder. Fueron irresponsables en asesinar al caudillo del pueblo, ocasionando el derramamiento de sangre por todo el país. Bogotá quedó semidestruida. ComunicadorJaider Monsalve Aranda, para Especiales forochat.com.co
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