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UNIVERSIDAD PÚBLICA Y RECTORES INCOMPETENTES

CARLOS ANDRÉS ECHAVARRÍA BLANDÓN Critico Político
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Como hijo de la universidad pública, a mucho honor egresado de la Universidad Nacional de Colombia, no tengo más que agradecimientos para con mi alma mater, razón por la cual, al clamor popular de los estudiantes de educación superior, al enterarme del recorte presupuestal a las universidades colombianas, no puedo tener oídos sordos.

El gobierno del Presidente Iván Duque con su ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, anunciaron una reducción del presupuesto en unos 400.000 millones de pesos, anuncio que fue tomado de la peor manera por los estudiantes y el profesorado del todo el país; razón por la que se realizaron marchas en contra de la medida, pidiendo a la vez al gobierno que la reconsiderara, e incluso que se aumentaran los presupuestos destinados para las universidades públicas.

A primera vista el clamor es más que justo, pero si nos adentramos un poco en la realidad de las universidades públicas del país, lo que se ve es una falta total de gerencia desde las rectorías, que se asemeja a una incompetencia dirigencial.

Para nadie es un secreto que la mayoría de las universidades en Colombia se manejan como cuotas burocráticas de los gobernadores de turno. Entre el gobernador y el alcalde del municipio nombran el rector, con fines políticos y no con fines gerenciales, lo que ha llevado a un apetito insaciable por más y más recursos, más y más presupuesto, pero con números fríos se ve que su accionar no va en concordancia con los gastos.

El fin primordial de las universidades, su producto principal, es brindarle a la sociedad, nuevos profesionales en todas las áreas del conocimiento, que permitan el desarrollo del país. Así, que las universidades deben medirse por la cantidad de estudiantes y por la calidad de los profesionales que saca al mercado laboral.

Colombia está en una crisis por la pésima educación que se recibe en el país, pero ese tema se podría abordar en otro post, ahora nos concentraremos en dinero, gastos y demás.

Colombia tiene 23 universidades mayores públicas, las cuales están en las ciudades capitales de los departamentos. Se tiene una gran universidad, la Universidad Nacional de Colombia. En Medellín tenemos la Universidad de Antioquia, en Cali tenemos la Universidad de Valle, en Bucaramanga tenemos la Universidad Industrial de Santander, en Barranquilla tenemos la Universidad del Atlántico, etc.

Miremos esas cinco universidades principales:

- Universidad Nacional de Colombia: Presupuesto anual 1.72 billones de pesos, número de estudiantes 51.000
- Universidad de Antioquia: Presupuesto anual 1.12 billones de pesos, número de estudiantes 36.000
- Universidad del Valle: Presupuesto anual 0.58 billones de pesos, número de estudiantes 25.000
- Universidad del Atlántico: Presupuesto anual 0.32 billones de pesos, número de estudiantes 24.000
- Universidad Industrial de Santander: Presupuesto anual 0.40 billones de pesos, número de estudiantes 20.000
Los datos fueron tomados de internet, ya que los presupuestos de las Universidades son de carácter público. Y la fuente nos auxilia para realizar un ejercicio. Una simple cifra, que es tomar el presupuesto y dividirlo por el número de estudiantes, nos da el costo anual por estudiante en cada una de las universidades:

- Universidad Nacional de Colombia: 33.7 millones
- Universidad de Antioquia: 31.1 millones
- Universidad del Valle: 23.2 millones
- Universidad del Atlántico: 13.3 millones
- Universidad Industrial de Santander: 20 millones.

Aquí se evidencia la incompetencia de los rectores de las universidades de Colombia para manejar los recursos que se les asignan. A excepción del la universidad del Atlántico, sale más económico cerrar las universidades, enviar a los estudiantes a las universidades privadas más costosas de Colombia, como por ejemplo, la Universidad de los Andes, la Universidad Javeriana, la Universidad Eafit. En ellas, donde un estudiante paga al año entre 16 y 25 millones de pesos, se tendría un ahorro significativo, y si la idea no es ahorrar, se aumentaría la cobertura en un 33% de plazas disponibles para nuevos estudiantes.

Otro de los argumentos para la defensa de la universidad pública por parte de estudiantes y profesorado, es la calidad de sus instituciones; pero permítame desmentir tal aceveración con cifras del ranking de universidades a nivel mundial, que según webmetric, la universidad mejor posicionada es la Nacional, le sigue los Andes, luego La de Antioquia y desde allí sigue un largo listado de universidades privadas. Así que la educación pública de calidad solo la dan la Nacional y la de Antioquia, pero a nivel mundial su ranking está muy pero muy mal. Veamos el escalafón:

Universidad Nacional: Puesto 523
Universidad de Antioquia: Puesto 832
Universidad Industrial de Santander: Puesto 2119
Universidad del Valle: Puesto 2236
Universidad del Atlántico: Puesto 3717.

Con cifras y fuentes creíbles, es claro aseverar que en Colombia no hay educación de Calidad. Y en cuanto al costo de la misma, versiones oficiales prenden las alarmas. El alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, dijo el 9 de diciembre de 2017: "La UIS sale más barato cerrarla y mandar a todos a la Sorbonne (universidad pública), en París, Francia. Sale más barato vender el lote", afirmó el mandatario de los bumangueses.

De acuerdo con todo lo anteriormente expuesto, el problema no es de dinero, es de manejar mejor y más eficiente los recursos. Y para ello, se debe quitar la administración de los políticos de los departamentos dedicados a la tradición de repartirse en cuotas lo que le pertenece al inmediato futuro de nuestros jóvenes.

Mi planteamiento en cambio frente a un programa cuyo final se anuncia: “Ser pilo paga”, es hoy contrario a lo que se ha pretendido vender como funesto. Antes de éste post, estaba en contra de que los beneficiaros escogieran cualquier universidad para estudiar. Decía: si Colombia tiene universidades públicas, ¿porqué no los obligan a estudiar en una de ellas?. En mi inocencia, creía que un estudiante de universidad pública salía más económico que en una privada como la de los Andes, la Javeriana, el Bosque, el Rosario, se estaban desperdiciando recursos públicos. tenia la firme convicción que al revertir esa política pública se podría beneficiar más alumnos, pero ¡qué equivocado estaba!. El programa ser pilo paga, cuesta al año 500.000 millones y atiende a 40.000 estudiantes, que aplicando la misma proporción, sale a 12.5 millones cada estudiante al año, casi tres veces menos que un estudiante en la Universidad Nacional. Aún así, los estudiantes salen a las calles, hacen paros, bloquean vías, lanzan piedras, y todo para “proteger” la universidad pública.

Repito y no me cansaré de hacerlo, es vital para un país la universidad pública y que tenga carácter gratuito para las poblaciones menos favorecidas. La educación debe ser de calidad y los profesores eminencias bien pagas, pero sabiendo que el dinero público es sagrado y finito. Así que se debe maximizar los beneficios.

Parafraseando a Jorge Enrique Robledo, el líder del Polo democrático que solo habla de más y más recursos pero no de la falta de administración en las universidades, yo diría:Universidad Pública sí, pero no manejada así.

Carlos Andrés Echavarría Blandón es Ingeniero Civil de la Universidad Nacional, Especialista en Gestión Empresarial de la Universidad Santo Tomás, Creador de empresas y líder en emprendimiento con amplio reconocimiento público y privado en razón de sus Asesorías e interventorias.

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En La Calle Lo Dice, el critico político, ingeniero Carlos Andrés Echavarría B,, analiza con agudeza la crisis de la universidad pública en Colombia. Imagen Emagister.