En lo que parece ser un esfuerzo más protocolario que de clara efectividad en la urgente necesidad de conjurar la catastrófica practica de la utilización de drogas ilícitas en plena vida social, el presidente Iván Duque anunció hace poco, que muy pronto comenzarán las acciones en contra del consumo en las calles del país. Para ello, expedirá un Decreto con fundamento en el Código de Policía.
En protección a la familia, el presidente expedirá un conjunto de medidas que contiene atención plena al consumidor, al tiempo que se perseguirá a sus expendedores que en el momento mantienen sitiadas las calles, establecimientos educativos y sociedad toda.
La controversia ya se había desatado en plena campaña presidencial, la cual fue calificada por detractores de simple estrategia electorera, y de estar plagada de una buena dosis de demagogia.
DOMINICAL forochat con el tema de la semana, y las opiniones diversas de quienes integran la solvente Escuela del Buen Vecino. Aquí los presentamos en forochat.com.co
DOMINIK DE MARIA
Abogado Universidad de Antioquia., Especialista en Derecho Financiero y de los Negocios U. P. B., analista constitucional, fundador del colectivo Colombia Con Principios. Creador en Facebook, de los grupos Sociedad Abierta y No más Dictaduras
La decisión del presidente Iván Duque de facultar a la Policía Nacional para decomisar la dosis personal de estupefacientes, supone un tratamiento policivo de lo que es un problema de salud pública, cuando no, un asunto cultural o de libertad personal y hasta generacional. Algunos estupefacientes son ciertamente nocivos, tal cual lo son el alcohol y el tabaco, pero el consumo de éstos no nos resulta tan problemático. De igual forma, en Antioquia el consumo de marihuana puede tener ya un siglo, formó también parte de la cultura hippie de los 60s, y más recientemente de una juventud, en buena parte partícipe de la cultura Rastafari proveniente de Jamaica.
Sólo estrategias compatibles con los Valores de una Sociedad Abierta, Libre y Pluralista, propia de un Estado Constitucional y Democrático de Derecho, resultan legítimas para afrontar el consumo y tráfico de estupefacientes. La militarización de la lucha contra el Narcotráfico ha resultado tan nociva como el tratamiento policivo del expendio, y resultaría también nociva la acción policiva para decomisar las dosis, al incentivar la violación de los derechos humanos, extralimitaciones de funciones y abusos de autoridad, tanto más graves si se trata de jóvenes. Por otro lado, decomisar las dosis sólo resultaría legítimo, si es que están perturbando derechos o intereses de terceros, por lo cual, bien haría el Estado en establecer zonas de tolerancia, como las existentes en pueblos y ciudades del País para el ejercicio de la prostitución.
Finalmente, la medida anunciada por el Presidente muy probablemente entraría en conflicto con la legalización que la dosis personal efectuó la Corte Constitucional mediante la histórica sentencia C-221 de 1994, bajo ponencia del magistrado liberal Carlos Gaviria Díaz.
JHON LENIN PUMAREJO
Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad de Antioquia, Historiador de la Universidad Nacional de Colombia. Es miembro de Número del Centro Independiente de Estudios Colombianos CIEC
Reprimir la dosis personal, es recrudecer el problema de las adicciones en niños y jóvenes, en un país donde todos los consumos son apenas el efecto de tanta desigualdad y crisis familiar. La apuesta por la inclusión social, y la defensa de la autonomía individual de la Corte Constitucional, cuando decidió no penalizar ajustándose al un mínimo de daño, se convierte ahora mediante Decreto uribista en retaliación a quienes son enfermos. Además, el tabú lo que va a representar es que el mal se dispare, y que la policía abandone sus tareas esenciales de lucha contra la inseguridad, para que se dedique a coleccionar "puchos" en sus bolsillos, con la tentación de hacer con ellos negocio. Es una lastima que se oculten verdaderas causas del problema. Desconocer factores probados como: crisis familiares, bullying, baja autoestima, ausencia de sentido vital, fracasos amorosos, no integración en grupos sociales, fracaso escolar, fallecimiento de alguien cercano, abusos sexuales y, otros males estructurales que requieren intervenciones serías desde la Política Pública. Anunciar entonces más represión, solo logrará agudizar el mal movilizando la desobediencia civil. Pero en fin, le damos la vuelta al problema para llegar al mismo punto. Aquí lo que hacemos es lo más fácil: criminalizar a los consumidores para que el negocio siga en pleno auge. A mal que estamos en esta chibchombia.
FRANCISCO ZAPATA VANEGAS
Abogado Constitucionalista Universidad de Antioquia Universidad Autónoma, Docente Universitario, Director Escuela del Buen Vecino
Es un problema complejo de salud pública, al cual se le ha dado un tratamiento normativo complejo. Desde la Ley 30 de 1986, la misma que excepcionó la dosis personal al porte de drogas ilícitas, hemos tenido reforma constitucional, regulación en el Código de Policía, pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia despenalizando el aprovisionamiento, así como la más controversial sentencia de la Corte Constitucional que despenalizo la dosis personal con fundamento en el libre desarrollo de la personalidad, famosa ponencia del entonces magistrado Carlos Gaviria Diaz.
Aquí el debate hay que centrarlo de nuevo en la validez personal de la norma jurídica. ¿Porqué han decidido "salir del closet" tantos miles de millares que a plena luz publica consumen, ingieren, aspiran, sin que importe para nada la grave afectación de los niños y jóvenes?, ¿porqué la prolífica regulación normativa y jurisprudencial no ha logrado contener tan gravisima practica pública en calles, parques, colegios y universidades?
Pienso que de nada ha servido la simple estrategia de expedir normas prohibiendo. Ahora bien, desde el Control de Constitucionalidad, habrá que poner especial cuidado en el anunciado Decreto. A partir del principio de supremacía, debe respetarse la Constitución y la jurisprudencia de la Corte Constitucional, que en este caso tutela un Derecho Fundamental. Si lo que se pretende es una mayor eficacia de campañas preventivas a través de actuaciones administrativas, lo que hace falta es una buena dosis de imaginación. Así como se logró erradicar el consumo de tabaco en recintos cerrados, se requiere con urgencia una campaña social audaz contra el flagelo de drogas ilícitas. Claro está, respetando que en vida intima, cada quien consuma, ingiera o aspire lo que le venga en gana.
DIEGO ROLDAN JARAMILLO
Abogado Consultor, Penalista de la Universidad Autónoma Latinoamericana, Dirigente Social del Norte de Antioquia
La historia de Colombia está resumida en que los que gobiernan son comerciantes, y estos, solo les interesa es el negocio, y el gran negocio es exprimir al mas débil, o sea los que trabajan y producen. Las garrapatas llamados banqueros solo buscan en cada elección al más pendejo. Se creen constructores y sabios , pero no son más que comerciantes de paso. Se venden al mejor postor. La dosis personal nunca debió aprobarse, esto generó la debacle en la seguridad nacional. Primero la exportaban, ahora la consumen en el mercado nacional, pero la plata a donde va?, a los bancos, a la construcción, la que lavan y nadie se da cuenta, y menos el gobierno, al final los banqueros demoníacos, son los que hacen y deshacen en este país.