SOBRE BURÓCRATAS Y BUROCRACIA

Etimológicamente, burocracia significa “gobierno de escritorio u oficina”. Se refiere al poder, considerado excesivo, que confiere a los empleados de oficina el cumplimiento.
El sociólogo y economista político alemán, Max Weber (1864 - 1920) descubrió las características clave de las estructuras burocráticas. Famoso por sus puntos de vista sobre el capitalismo y la burocracia, Weber contribuyó significativamente al mundo de las ciencias sociales. Por definición, una forma organizativa de un grupo de trabajadores, caracterizada frecuentemente por su rutina inflexible y su estructura de poder rígida, hizo que la burocracia introdujera un esquema en el paradigma de la sociedad previo al siglo XIX.

Burócrata es la persona que trabaja para alguna organización o empresa, tanto privada como estatal. Es la persona que en cualquier cargo ha adquirido cierto poder y conocimiento del cual dependemos para realizar algún trámite o gestión. Pero en realidad eso depende de la eficiencia con que se trabaja en esa oficina, ministerio o empresa. Hay burócratas que realizan muy buen trabajo. En nuestro país, la burocracia es un verdadero freno al desarrollo de la productividad, genera un retraso en la actividad de mejorar los niveles de competitividad y de trabajo, y si ello va ligado a los altos índices de corrupción, nos dan como resultado, la Colombia en que vivimos.

Desde el punto de vista estricto de interminables trámites, según las reglamentaciones dentro del ámbito de empresas estatales, de la política, las grandes corporaciones o las instituciones culturales, la burocracia tiene el poder de frenar, por medio del laberinto de las leyes y las normas administrativas, cualesquier acción de las comunidades; de aquí que es imperativo comenzar un profundo trabajo de desburocratización, que tiene su terreno de batalla, no sólo en todas las instituciones, sino también en todas las cabezas de los funcionarios y empleados públicos, pero además en las organizaciones sociales y populares, donde se enquistan tales ideas y comportamientos como prácticas malsanas que corrompen las mentes de líderes y lideresas de las comunidades e impiden sus avances y desarrollos.

Un burócrata también se ve claramente caracterizado en algunas prácticas y comportamientos cotidianos, conscientes o inconscientes, pero eso sí, muy de su quehacer. Veamos: Burócrata es quien hace lo mínimo que sea posible, porque “eso no me toca a mí”; “ésa no es mi función”; “eso le toca a otro u otra”… Pero hay otra expresión del burócrata, que es el “todero”, aquél que hace de todo, se compromete con todo y en todo participa o quiere participar. ¿Resultado? No hace nada bien o lo hace mediocremente, de manera deficiente.

Algunos líderes sociales y populares son presidentes y representantes legales de su organización, pero también hacen de secretarios, de relacionistas públicos, tesoreros (no aclaran las cuentas y finanzas a sus compañeros), entre otros, y de manera individualista, trabajan en nombre o representación de su organización. Como son toderos, salen de una cita a otra, de una reunión a otra (generalmente no delegan), llegan tarde o no llegan a los compromisos, y si llegan, se disculpan, diciendo que vienen de otra reunión y que después van para otra, pues tienen muchos compromisos… Patéticos, ¿no?

Personajes como los descritos aquí, abundan, están en todas partes, y casi todo lo hacen mal; por tanto, ¿cuáles pueden ser los resultados? ¿Son éstos, líderes positivos para una empresa u organización? ¿Es posible, a mediano y largo plazo, obtener resultados óptimos con “representantes o voceros” de esta categoría?

De personajes así, estamos inundados. Los vemos en la política (vida pública), en las instituciones del Estado y en las empresas privadas. También en las organizaciones sociales, populares y ONG.

Como consecuencias, podemos ver la mala imagen que dejan, el desprestigio de la organización, la desmoralización de las bases, integrantes o seguidores; la apatía a organizarse y reorganizarse, la incredulidad en los procesos organizativos, y en general, el descrédito.

Es urgente, como mecanismo de defensa de instituciones y organizaciones de todo tipo, hacer las purgas necesarias para salir de estos individuos, que sólo retrasan y entorpecen toda clase de procesos y procedimientos, que algunas veces están bien intencionados, y por la participación de estos “especímenes”, lanzan al abismo y abortan cualquier desarrollo que beneficie a la mayoría de sus integrantes o a la ciudadanía en general.

Es necesario y definitivo emprender y asumir con responsabilidad, un proceso de cambio de estructuras y también de mentalidades, labor compleja y difícil, ciertamente, pero que debe erigirse como principio rector, si es cierto que queremos construir un mejor país.

Especial para forochat.com.co
Luciano Gómez Isaza en TEMA FOROCHAT. Los autores son responsables de sus opiniones. Sus puntos de vista, no necesariamente vinculan el compromiso de la linea Editorial del portal.