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LA MAGIA DE SOÑAR

MILDRED ESTEFANÍA ROLDÁN LÓPEZ Escritora de relatos infantiles
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-Laura, Laura, sal a jugar- Gritaba Ana con su linda voz aguda a su amiga paraque fuesen al parque; después de tres intentos Ana supo que como era usual ese día la mamá de Laura no la dejaría salir, pero volver a casa no era una opción, Ana estaba decidida a tener un divertido día de juego, fuese con Laura o sin ella.

Salió dando los pequeños saltitos que siempre daba en sus días felices, no sabía muy bien si ir al parque, a la cancha o a comprar un helado, así que siguió caminando indecisa cuando recordó ese hermoso bosque que había en la calle Madrid muy cerca a su casa, por lo que llena de entusiasmo y un poco de temor por estar sola, decidió ir allí.

A medida que entraba en el verde de los árboles y la iluminaba la luz del sol que pasaba a través de las hojas, las calles de cemento y las casas de tapia iban quedando atrás, Ana bailaba con el cantar de las aves y se dejaba acariciar por el rocío del prado, habían hermosas flores que caían como en otoño adornando su cabello y su vestido celeste.

Tras haber caminado un buen rato llegó a un lugar tan maravilloso que no pudo evitar quedarse allí por unos segundos, siete árboles formaban un círculo alrededor de una verde pradera bordada con amapolas y claveles, -Que agradable sería acostarse allí- pensó Ana, y tardó más en pensarlo cuando su pequeño cuerpo estaba ya recostándose en esa fresca cama de césped y flores, pero sorpresivamente Ana no quedo acostada allí sino que comenzó a caer y caer por una especie de túnel lleno de colores y brillos que no tenía fin, no podía saber qué era lo que sentía si emoción y curiosidad o muchísimo miedo, el hecho es que entre más caía y caía se sentía más ansiosa de saber a dónde llegaría.

Ana comenzó a sentir una mezcla de ricos aromas, y sin saberlo ya se encontraba en medio de un hermoso paraíso con arboles gigantescos anaranjados, un inmenso lago color violeta y un despejado cielo con pequeñas y delineadas nubes rosa; era un lugar increíble, por todas partes podía observarse creaturas mágicas corriendo, de un lado otro, la misma Ana podía volar y admirar esta hermosa danza desde lo alto para luego bajar con sus nuevos amigos, jugar y reír, recorriendo todo el lugar.
Cuando las nubes comenzaron a pintar todo el paisaje de rosado, Ana recordó a su madre, supo que llevaba ya mucho tiempo en ese espacio tan maravilloso y que ya era hora de regresar a casa; no tuvo que preocuparse por pensar en cómo volver, solo fue desearlo para estar de nuevo en el antiguo círculo de árboles como si de allí no se hubiese movido. Volvió a su casa ahora con saltos aún más grandes y con una inmensa sonrisa y un beso para su madre.

Toda la noche Ana pasó en vela pensando en ese momento tan fantástico y extraño que había vivido, ¿Podría volver a este lugar? ¿Recordaría cómo llegar? A media noche logró dormirse y al otro día después del desayuno sin pensarlo dos veces corrió al bosque, llegó al hermoso círculo de árboles, cerró los ojos y se lanzó sin pensarlo en busca de una nueva aventura. Y así lo hizo una y otra vez, Ana visitó extraños mundos en aquel bosque, unos coloridos y fantasiosos, otros oscuros y tenebrosos; tanto fue así que con el pasar del tiempo decidió contarle a sus amigos de este mágico bosque y ellos incrédulos, al final aceptaron acompañarle.

Todos juntos se adentraron en el verde lugar y allí estaban en el círculo de árboles cuando Ana les dijo casi en susurros lo que debían hacer, respiró profundamente, dio media vuelta y se desvaneció en el prado, Ana comenzó a caer y caer pero sus amigos solo la veían allí, acostada, muy cómoda y sonriente en el prado, sin estar muy convencidos, uno a uno fueron cerrando sus ojos y dando media vuelta se lanzaron al prado, sorpresivamente cayeron y cayeron hasta llegar a mundos mágicos, caían y caían en lo profundo de su imaginación, y aunque sus cuerpos continuaban en el bosque, cada uno volaba en mundos diferentes llenos de vida, todos estos mundos creados por ellos mismos, por la magia que los habitaba.

Día tras día ya no solo Ana sino todos sus amigos se reunían para soñar y crear hermosas historias al cerrar sus ojos, a veces al regresar escribían todo lo vivido y lo narraban con entusiasmo, saliendo de allí los más hermosos cuentos que se hayan leído, y es que solo es necesario para volar, cerrar nuestros ojos, dar media vuelva y caer y caer en lo profundo de nuestra imaginación. FOROCHAT.COM.CO

En relatos FOROCHAT.COM.CO tendremos  los domingo para nuestro público infantil, las mágicas historias de MILDRED ESTEFANÍA ROLDÁN LÓPEZ. Imagen web historia de los niños en el bosque.