LA POLÍTICA DE LA “PATRIA BOBA”. ¿Y USTED DE QUÉ LADO ESTÁ?

FRANCISCO ZAPATA VANEGAS - Portavoz FOROCHAT.COM.CO

Abogado docente Universitario. Constitucionalista Universidad de Antioquia
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Desde 1812, la incipiente República inauguró para los pueblos amerindios, una estructura que desde entonces, se constituyó en un simple modelo de permanentes disputas internas en el acontecer precariamente institucional de las nacientes Repúblicas. Para prueba de lo expuesto: lo que ha sido la historia de Colombia con sus variados protagonistas y una relativa variación de las causas, que por lo general han sido ventiladas a sangre y fuego entre camarillas políticas con un mismo propósito medular: preferir siempre los intereses personales y egoístas, dejando de lado las aspiraciones de la proyectada comunidad nacional.

A diferencia de Europa, que ingresó a la historia como una solvente civilización que demoró todo un milenio construyendo su modelo de sociedad, para luego dar paso decisivo al diseño arquitectónico de sus instituciones; los pueblos del nuevo mundo emprendieron la tarea al revés: se enfrascaron en el delirio constructor de Estado, para lo cual importaron, impusieron, e improvisaron la constitución de poderes públicos, poderes estos que desde el inicio hasta hoy, han cambiado como cambiando de camisa, con descarados ajustes en razón de circunstancias meramente coyunturales, sirviendo los intereses temporales del régimen de turno.

Ahí estamos pintados. Esa ha sido nuestra constante desde los episodios criollos de la Nueva Granada. Si, la “patria boba” puesta en escena desde 1828 durante el enfrentamiento parroquial y visceral entre centralistas – bolivarianos – conservadores y federalistas – santanderistas – liberales. Ese hecho histórico que ha marcado nuestro lento y frustrado caminar hacia el propósito de convertirnos en una gran nación. El mismo que recordamos cada semestre en los cursos de constitucional colombiano despertando risas burlonas entre los estudiantes, y animados con la cándida convicción de estar citando un simple episodio del pasado, cuando a decir verdad, lo apreciamos en todo su rigor y vigor en estas sociedades “bobitas” del primer cuarto del siglo XXI.

Es por lo anteriormente expuesto, que invitamos a un examen sincero a la luz de los hechos puestos en escena en la Colombia actual. La Colombia que se pierde en la inmensa lejanía de posibles consensos sobre lo fundamental. Como puede ser posible que en nombre de la paz, debamos respirar el aire perversamente contaminado por cuenta de individuos mezquinos y serviles, que sin cesar ofrecen a su paso un mar de improperios, descalificaciones y señalamientos, integrando la caravana de gobernantes, cronistas y delirantes políticos que desconocen olimpicamente lo expresado sagradamente por el pueblo en un plebiscito. Igual de grave su actitud de pacifistas "maduros" con su cero tolerancia, ante quienes rechazan como es en principio su democratico derecho, algunos lienamientos de la reincorporación a la vida civil de fuerzas irregulares.

A qué grado de mezquindad han llegado y cuanto desenfreno en la aplicación de reglas maquiavélicas, aquellos otros contrarios a la oficialidad, que sin siquiera sonrojarse, exponen y anuncian como programa político innovador, retornar a episodios ya superados, pregonar una frontal resistencia a reconocer el hecho tozudo de un laboratorio de pacificación que está en marcha, y que esperamos se torne irreversible. Como pueden eludir su responsabilidad presente, a fin de reinventar el accionar de la política, preservando el debate programatico sin que se deba renunciar a las diferencias.

Desde luego que no debemos suprimir el pluralismo con la ingenua y proterva opción del unanimismo. Eso es absolutamente contrario al valor integral de la paz y al presupuesto fundamental de la tan anhelada democracia. Forjar eso si, una conciencia colectiva de mirada futurista que impida volver al pasado que no sea bueno, y alertar a la sociedad sobre simples caprichos "grupistas", electoreros, y de rendición de culto a un líder. No hay que incendiar la incipiente República, bajo presupuestos de lógicas políticas.

Hoy más que nunca, se hace urgente promover, construir y consolidar el espectro medio que le sirve de equilibrio a nuestro sueño común de un nuevo amanecer para Colombia, con una nación plena de ciudadanos influyentes, y profundo sentido de país: la constitución de la Sociedad Civil. Una Sociedad Civil inteligente y permanentemente deliberante, en diálogo con los agitadores de las extremas, para refrescarlos con agua muy fría y cristalina, para actualizar su fino papel en comunidad, logrando que cese su lenguaje incendiario, irracional y peligrosista de orden meramente electorero y revanchista. Desde FOROCHAT.COM.CO debemos clamar por la Ola Fraternal Vecinal, como tercera vía hacia la desactivación de la bomba arrasadora, indolente, brutal, y demencial de la “patria boba”, - que entre otras cosas - recorre delirante nuestros caminos, pueblos y ciudades con la bandera de los vencedores y vencidos.

Quienes aspiramos a ennoblecer el arte de la pedagogía política con nuestra posición firme y serena, nos espera el reto de desarmar el frente de la arrogancia, la soberbia, y la ostentación engañosa de la única verdad. La tarea inmediata: despertar con honestidad y grandeza a niños y jóvenes, a fin de recordarles que hay muchas verdades, y que ellos investidos de humanismo están en mora de construir la verdad que requiere este país aturdido por los clarines del juicio final. Basta de cortinas de humo con modelos trasnochados de federalismo, separatismo, y enconados enfrentamientos que solo deparan caos y precarias ganancias sociales. Hoy hay retos más vitales e inaplazables: la lucha contra la corrupción, el ajuste eficaz del modelo de educación, y todas las toneladas de convivencia y civilidad. Ese es el sendero que conduce a una sociedad de inclusión y de fortalecimiento institucional, lo que nos permite superar la pesadilla devastadora de la “patria boba”. forochat.com.co FZV17