Resulta indudable que la futura visita del papa Francisco a Colombia en los primeros días del mes de septiembre del presente año, será el suceso más relevante, no sólo del año en curso, sino de toda la historia reciente del país. El Santo Padre, quien representa la unidad de la Iglesia Católica, y que para los católicos es el Vicario de Cristo en la tierra, visitará pues a sus fieles, en uno de los países que en el mundo, y América Latina, con mayor fuerza profesan el catolicismo, muy a pesar del creciente aumento de iglesias pseudoprotestantes de variada índole.
Nuestro Pontífice visitará Bogotá (capital colombiana), Medellín (capital del departamento de Antioquia), Cartagena (ciudad caribeña que es capital del departamento de Bolívar) y Villavicencio (ciudad llanera, capital del departamento del Meta).
La visita ha sido y seguramente será muy politizada por diferentes actores políticos y sociales de variada orientación política, tanto como muchos detractores han pretendido descalificar a la Iglesia Católica y a sus líderes y jerarcas, promoviendo leyendas negras, tal como muchos izquierdistas, comunistas y anarquistas que han querido vincular a la Iglesia Católica con las derechas, extremas incluso, con el capitalismo, y hasta con el fascismo y el nazismo, cuando la realidad ha sido completamente la contraria, pues de un lado, la Iglesia no es ni de derecha ni de izquierda, siguiendo las supremas enseñanzas de su Fundador Jesucristo, quien fue muy claro al expresar que su Reino no era de este mundo, o cuando respondió inteligentemente “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”; en segundo lugar, la Iglesia no es favorable al capitalismo, cuya eclosión contuvo por unos quinientos años en Europa, actitud que contrasta con la ética y los valores propios del protestantismo, que sí incentivaron el surgimiento del capitalismo, tal cual lo demostró Max Weber en su clásico libro, La ética protestante y el “espíritu” del capitalismo; en el mismo sentido, la Iglesia Católica, contrario a profesar o defender el capitalismo, a lo largo de veinte (20) siglos, ha practicado, promovido y cultivado los valores de la compasión, la fraternidad y el amor, tal cual lo manifestó y evidenció la creación de los primeros hospitales a través del Concilio de Nicea ya en el año 325, o la encíclica Rerum novarum (cúlmen de su riquísima doctrina social, que sin embargo ha seguido ampliando, por ejemplo, a través de la encíclica Laudato si´, de naturaleza ecológica, expedida por el papa Francisco el 24 de mayo de 2015), expedida por el papa León XIII en 1891, donde defendió los sindicatos y los derechos sociales de los obreros, distanciándose del fundamentalismo del materialismo marxista, que tanta sangre ha hecho derramar; finalmente, la Iglesia Católica combatió cuanto pudo al régimen nazi, expidiendo la encíclica Con ardiente preocupación, expedida por el papa Pío XI el 14 de marzo de 1937, que condenó duramente la ideología del régimen nazi, a tal punto llegó la lucha de la Iglesia Católica contra el régimen liderado por Adolfo Hitler, que el papa Pío XII conspiró para matarlo, apelando a la doctrina de Santo Tomás, que legitimaba el tiranicidio; por otro lado, la Iglesia Católica protegió a miles de judíos, escondiéndolos en conventos y monasterios, tanto, que el Gran Rabino de Roma, conocedor de los favores del papa Pío XII, no sólo se hizo católico, sino que se cambió el nombre por el de Eugenio, nombre de pila del papa.
En el ejercicio de su misión pastoral, la Iglesia Católica ha padecido a través de los siglos, la persecución, y cientos de miles de fieles laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas, así como los propios obispos, han padecido el martirio por ser fieles al Evangelio, y en la historia reciente del último siglo, los mártires han sido muchísimos más que en todo el tiempo anterior, víctimas del comunismo, del fascismo y de fundamentalismos como el musulmán o el de la Revolución Francesa.
Esperemos pues, que la visita del papa Francisco contribuya a la consecución de la necesaria e imperativa reconciliación entre los colombianos.
LAS ANÉCDOTAS DE FRANCISCO POR AMÉRICA
El diario elpaís.com.co en la fecha julio 13,2015, trae una serie de anécdotas de la gira del Papa Francisco por los pueblos americanos, cuyos apartes resaltaremos en el informe forochat.com.co
"El aire fue el primero en saludar el Papa Francisco a su llegada a Ecuador. Nada más salir del avión una ráfaga se llevó su solideo por los aires, antes de llegar a poner pie en Ecuador, algo que ya le había pasado en enero durante su visita a Filipinas.
"Cientos de fieles se instalaron a la entrada de la Nunciatura Apostólica donde se alojó en Quito el Sumo Pontífice, pidiendo a gritos verlo una vez más. Que salga el Papa, gritaban, y el Papa salió. En su manera particular y en tono de broma, dijo que con tal de que se fueran a descansar y dejaran dormir a los vecinos, había salido a rezar con los fieles. Rezó un Ave María, dio la bendición y pidió que oraran por él.
"El jefe de la Iglesia católica hizo gala de su humildad al trasladarse desde el aeropuerto de Quito, en la zona de Tababela, hacia las puertas de la ciudad, en la avenida Simón Bolívar, en un modesto Fiat, para luego abordar el papamóvil.
"El papa Francisco pidió mascar hojas de coca para mitigar los efectos de la altitud cuando llegó a la ciudad boliviana de El Alto. El mascado o "acullicu" de las hojas de coca es un hábito cultural arraigado en el país andino en los sectores indígenas y campesinos y es practicado también por mineros y transportistas.
"Durante su visita a Bolivia el Papa caminó sin fatigarse. Besó, abrazó, se tomó selfies y rezó sin perder el aliento. Para vivir sin parte de un pulmón extirpado, el papa Francisco, de 78 años, dio muestras de una gran fortaleza no sólo espiritual sino física, en los Andes bolivianos. Francisco mantuvo buen semblante en todo momento, y no se observó que necesitara el oxígeno que tenía a su disposición, a diferencia de otros periodistas que lo acompañaron desde el Vaticano."